Mi vida

Hoy he visto a Thomas otra vez, estaba con Jonathan, como siempre, le iba a hablar, pero al final me acobarde. T.B + M.A

La ultima frase era la que mas frecuencia escribía, para ser exactos desde hace dos años la escribí, siempre lo veía era el servicio personal de mi hermano, como Abby lo era para mi, pero nunca los habíamos tratado como “servicio”. Abby es mi mejor amiga con quien puedo sincerarme, contarle todo, Thomas es su primo,el mejor amigo de mi hermano siempre nos juntamos los cuatro: Abby, Jon, Thom y yo, nunca hablaba con Thomas, siempre en grupo, yo estaba enamorada de el casi la misma cantidad de tiempo que Abby de Jon

- No entiendo porque no se lo dices- me dice siempre Abby-Es tonto que no le confieses tu amor, tal vez sienta lo mismo-

- No se lo digo por la misma razón que tu no se lo dices a mi hermano- era mi respuesta todo el tiempo

Ojala supiera si el sentía lo mismo, seria la chica mas feliz del mundo, pero nunca era lo suficientemente valiente para decírselo.

Siempre hacia la misma rutina: me levantaba a las 6 para verlo llegar y trabajar en el granero, que para mi gusto estaba frente mi ventana, a las 8 cuando mi hermano se levantaba, Abby pasaba por su dormitorio para verlo y venir a mi cuarto, desayunaba he iba a estudiar, a las 12 iba a almorzar, con mi hermano, y aunque mis padres no lo consintieran, con Abby y Thomas también. Luego seleccionábamos un libro cada una con Abby de la gran biblioteca y leíamos en los bancos del jardín, ubicados frente al granero, donde siempre estaban Thomas y Jonathan. A las 5 de la tarde, tomábamos el te con Abby y siempre les llevábamos algo a los chicos para merendar, luego de merendar siempre encontrábamos algo para hacer, a las 9 Abby y Thomas debían irse, acompañaba a Abby a la puerta y también saludaba a Thomas, a las 9:30 comíamos en familia y a las 10 ya estaba en mi cama ansiando que sean las 6 para poder ver a Thomas otra vez.

- ¡Mery Ann! ¡Baja de una vez! ¡Tus tíos y primos deben estar por llegar!- grito mi madre.

Mis tios y mis primos, genial, todos ellos en mi casa durante 3 meses, ya que ese verano mis padres organizarían miles de banquetes y bailes, ya que según ellos ya iba siendo hora de que empecemos a comprometernos, tan solo tengo 16 años, no es justo, ¡no quiero perder mi libertad tan joven! Pero la verdad, no me interesaba desposarme con nadie que no sea Thomas, aunque sabia que eso jamás podría ser, por las malditas diferencias sociales, si el me amara tanto como yo a él y me propusiera escapar no lo dudaría ni un segundo.

- ¡Mery Ann! ¡Baja ahora mismo!- grito mi padre


No es que me llevara mal con mis primos, ni que no los quisiera solo que siempre me juntaba con Sun e Igna o con Const y Nick nunca con los cuatro juntos más mi hermano, Thomas y Abby. Ellas no me comprendían como Abby, ellas no eran Abby. Mi rutina ya no seria posible con ellos aquí, e usarían a Thomas y a Abby, como servicio como tantas otras veces, pero esta vez seria diferente, porque yo no lo permitiría.

- Mery, mamá dice que bajes- me dijo Jon parado en la puerta

- Si, vamos- le dije

Bajamos las escaleras y nos paramos en la puerta para recibirlos...